Mónica Graciela Bottega, madre de una víctima de la tragedia de Once , y Cristina Kirchner coincidieron en una parroquia de Merlo el 1 de septiembre del 2017. Ese día se realizaba una misa para pedir por la aparición con vida de Santiago Maldonado.
El encuentro entre ambas no fue cordial, ya que cuando Bottega percibió la presencia de la expresidenta, ubicada entre los fieles que rezaban las oraciones del obispo Fernando Maletti, se acercó a increparla y tratarla de «asesina» . La reacción tomó a todos por sorpresa, pero el caso no trascendió hasta tanto la mujer lo difundió en la redes.
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A través de su perfil de Facebook contó lo sucedido y detalló la razón: «Soy la mamá de Tatiana Pontiroli, fallecida en la tragedia de Once». Luego escribió lo que le dijo a la funcionaria: «Pide por la vida de Maldonado y nunca se hizo cargo de la masacre que mató a 52 inocentes».
Tras sus dichos ante los presentes, los guardaespaldas de Kirchner se acercaron. Bottega no se quedó callada. «Quédense tranquilos, que ya me voy. La que tiene que rezar es la señora, no yo», les respondió antes de darse vuelta para salir entre lágrimas de la iglesia.
Pasaron más de siete años desde el accidente ferroviario y más de uno desde aquel episodio en la celebración religiosa, que volvió a trascender en los medios a raíz de la muerte de Bottega ocurrida ayer. «Con mucho dolor despedimos hoy a una hermosa amiga y gran ejemplo de lucha», publicaron desde el Observatorio de Victimas de Delitos en Twitter, y agregaron: «No nos olvidemos nunca que la corrupción mata».