El Director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argañaraz, advirtió que, en la compra de alimentos, el 43 por ciento del monto equivale a impuestos.
«Cuando uno va a un comercio y compra una gaseosa, el 50 por ciento de lo que paga por esa bebida son impuestos», puntualizó.
En ese sentido, insistió: «Cuando compramos cien pesos en gaseosas, 50 pesos son impuestos nacionales, provinciales, municipales, aportes de contribución a la seguridad social, impuestos internos».
«Claramente, el fisco en la Argentina tiene una muy alta carga tributaria», alertó y argumentó que hay una «necesidad de recaudar más para financiar un gasto público que permanentemente ha venido creciendo en la Argentina».
Así, estimó que «cuando uno compra alimentos, el 43 por ciento, es decir 43 pesos de cada cien, son impuestos».
«Si es tan alta la carga tributaria en la Argentina, quien puede evadirla, lo hace», alertó y sostuvo que así se obtiene una «ventaja de la mitad del precio».
En el caso de la carne o la verdura, Argañaraz indicó que «el 37 por ciento de lo que se paga son impuestos».
En diálogo con Radio Continental, remarcó que «en la Argentina se pagan altos impuestos».
«Cuando compramos un alimento, de lo que pagamos por ese alimento, el 17 por ciento es el IVA», precisó.
En tanto, resaltó que «a menos de un año de empezar a correr la reforma tributaria, se tiene que modificar porque se necesita acelerar la reducción del déficit».
«Se ha suspendido la baja del impuesto al cheque», ejemplificó y señaló que «primó la necesidad de recursos».
El especialista evaluó que «la carga tributaria alta quita competitividad», mientras puntualizó: «Necesitamos como sociedad un acuerdo y definir un norte de una vez por todas y cómo vamos a llegar. De esta manera, no vamos a tener más inversiones significativas y actividad formal. Va a crecer la informalidad».