El fiscal de Mercedes Juan Bidone se presentará mañana ante el juzgado de Dolores como imputado en la trama de espionaje ilegal y extorsiones en la que jugará la carta de mostrarse como arrepentido.
Bidone declarará sobre la filtración de información que el abogado Marcelo D’Alessio utilizó para extorsionar a funcionarios y empresarios. Este hecho es un hito que marcará el “arrepentimiento” por parte de agente judicial en la causa que vincula a jueces, políticos y periodistas.
El fiscal se encuentra suspendido de su cargo por este escándalo. En Dolores, presentará su segunda indagatoria (la primera fue realizada estuvo a cargo del juez Luis Rodríguez en un hecho que tuvo como víctima al empresario Gabriel Traficante en la llamada causa de la “mafia de los contenedores”), en la que intentará justificar que D’Alessio estaba familiarizado en el ambiente tribunalicio de algunos dirigentes políticos. Se presume que, expresamente, dará algunos nombres de los implicados.
Bidone, más allá de que ya está juzgado, recibió llamados de muchos funcionarios judiciales intentando convencerlo de que su declaración no los salpique. No se sabe a ciencia cierta su se inmolará solo o llevará consigo a otros colegas.
Su primera declaración como testigo ante su colega Alejandra Mángano lo comprometió severamente a tal punto que hoy está convencido de que “lo entregaron en bandeja” y considera que hubo una suerte de traición. En primer lugar, fue desplazado de su cargo por el Procurador Bonaerense Julio Conte Grand, luego fue citado en la causa que tiene en su juzgado Rodríguez y ahora fue convocado como imputado por el juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla.
Mañana, Bidone brindará detalles de los agentes que participaron en los “aprietes” del falso abogado Marcelo D’Alessio, quienes se nutrían con información que manejaba y hará un mea culpa por haber dado datos incriminatorios de causas que manejaba en su órbita y nombres de algunas personas más allá de no tenerlas investigadas en alguna causa.
Los expedientes en Dolores siguen su marcha, sin embargo, todavía no hay nada definido. El juez Stornelli, presunto socio de D’Alessio, sigue sin presentarse a declarar, y la causa de los cuadernos de la corrupción corre el riesgo de estancarse.
Se rumorea que a Carlos Stornelli lo podrían remover de su cargo y reemplazarlo por alguno de sus colegas: Franco Picardi, Guillermo Marijuan o Diego Luciani, entre otros.
Muchos comparan esta situación con lo ocurrido en el caso AMIA, cuando al equipo de fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia se le adiciónó Alberto Nissman, junto con Miguel Ángel Romero.
El clima en Comodoro Py está bastante tenso, a tal punto que muchos por lo bajo evalúan pegar la retirada. El fiscal federal Federico Delgado, quien investigó las causas Odebrecht, Time Warp, entre otras, ya manifestó públicamente: “Mi ciclo está terminado”. Este accionar se relaciona con los embates que sufrió durante las investigaciones y se fue quedando aislado, no solo por sus colegas, sino también por haber considerado a Comodoro Py como un espacio donde es difícil “investigar”.
Este clima también se relaciona con la política, la grieta se trasladó al Poder Judicial haciendo que muchos agentes de la Justicia se encuentren enfrentados. La causa de los cuadernos de la corrupción contra la causa de espionaje ilegal generó un resquebrajamiento de la institución.