El fiscal federal Federico Delgado le había sugerido que recurriera a la «excusación» para aventar cualquier temor de parcialidad, habida cuenta que de las filtraciones de chats que se conocieron en los últimos meses surge una supuesta relación de amistad de Ramos con uno de los investigados, el ex ministro de Seguridad y Justicia porteño Marcelo D´Alessandro.
«En cuanto a las observaciones formuladas respetuosamente por el Fiscal –respondió Ramos-, he de adelantar que no existen circunstancias ni hechos que puedan arrojar un manto de sospecha en torno a la imparcialidad de este magistrado, que aconsejen el apartamiento en el trámite de estas actuaciones».
«Entiendo que no me encuentro abarcado por ningún impedimento moral y/o de otra índole que represente un riesgo para las partes e impida que, como juez natural de los hechos del proceso, continúe con mi labor judicial bajo los estándares constitucionales a los cuales me debo sujetar», añadió el juez.
Una de las filtraciones de chats mostró un supuesto vínculo cercano entre Ramos y D´Alessandro y por esos días, el juez negó ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados tal amistad.
El fiscal Delgado reconoció que los chats probablemente no podrían usarse como prueba en una causa penal, no obstante lo cual aunque «las conversaciones carecen de efectos jurídicos, están en el mundo de la vida».
Delgado invocó el artículo 30 del Código Procesal Civil y Comercial: «Todo juez que se hallare comprendido en alguna de las causas de recusación deberá excusarse».
El fiscal subrayó especialmente que «la norma contempla la chance de la excusación por motivos de decoro y delicadeza».
El juez Ramos respondió: «No encuentro consideración alguna en mi fuero íntimo que pueda repercutir en mi capacidad de evaluar los hechos y pruebas producidas y/o que resten producirse dentro de este proceso».
En el mismo dictamen, el fiscal había propuesto una serie de medidas de prueba para avanzar en la investigación sobre el viaje realizado por los funcionarios judiciales y porteños a la estancia del magnate británico Joe Lewis en Lago Escondido.
El juez no hizo lugar, por ahora, a ese pedido.
«En relación a las medidas, una vez que se tenga la totalidad de la documentación junto a las pericias que fueran ordenadas por el Juzgado Federal de Bariloche con anterioridad a su radicación en este Juzgado y analizadas las mismas, se procederá a evaluar su pertenencia», respondió.
