Emocionado al borde de las lágrimas, el presidente Mauricio Macri aplaudió a rabiar el espectáculo de más de 80 bailarines en el Teatro Colón, con el que la organización argentina del G20 agasajó a los líderes mundiales.
Al finalizar el espectáculo, todos los presidentes se pusieron de pie para la ovación y de inmediato los focos y las miradas de sus pares se posaron sobre Macri, quien se dejó ver totalmente emocionado.
La cobertura periodística en la primera jornada de la Cumbre de Líderes del G20 se vio afectada por laintermitencia del wi-fi en el área designada para los más de 2.000 acreditados al foro.
Se escucharon quejas e insultos en todos los idiomas este viernes en el predio de Parque Norte, cuando por la mañana, luego de la apertura a cargo del presidente Mauricio Macri, las computadoras no enganchaban la red inalámbrica.
El wi-fi comenzó a funcionar mejor en horas de la tarde en el Centro Internacional de Prensa (IMC por sus siglas en inglés), ubicado a cinco kilómetros de Costa Salguero, donde se encuentran los líderes del G20.
Otras protagonistas excluyentes de los comentarios en Parque Norte fueron este viernes las máquinas expendedoras de vino que se colocaron en el salón preparado para las conferencias de prensa.
La curiosidad por ver cómo funcionaban llevó a más de uno a servirse una copa de vino.
Dentro de la máquina se colocaron varias botellas de la marca Luigi Bosca, en sus distintas versiones tinto y blanco, y tras seleccionar en una pantalla digital la variedad y cantidad elegida, la bebida salía por una pequeña boca de metal.
En el mismo salón se pudieron degustar platos locales, como choripanes y guisos, además de alfajores y mini churros, entre otras opciones.
Además, en el extenso pasillo que conecta la zona de conferencias con la sala de prensa, se montaron stands de promoción de productos nacionales, como yerba, dulce de leche y mermeladas.
El debate sobre el aborto legal se coló en cierta medida en la cumbre o el menos, en el detrás de bambalinas.
Por un lado, quienes están en contra de la interrupción voluntaria del embarazo, los llamados “provida”, decoraron parte de la ciudad de Buenos Aires con pañuelos celestes, el color que los distingue, para recibir a los líderes mundiales.
Mientras tanto, representantes del movimiento en favor del aborto legal se las ingeniaron para regalarle un par de medias verdes, el color con el que se identifican, al embajador de Canadá en la Argentina, David Usher.
El diplomático aceptó cambiarse las medias, al recibir el obsequio de parte de un grupo de activistas, e incluso lucirlas sonriente mientras se tomaba fotografías alusivas.
El canciller Jorge Faurie se mostró este viernes de muy buen humor durante sus contactos con la prensa, en medio de una cargada agenda del presidente Mauricio Macri.
El ministro de Relaciones Exteriores bromeó con su baja estatura y dijo que era “fácil” de perder entre la gente.
“Soy muy bajo, me ahogo rápido”, dijo el canciller en tono de chiste al hacer declaraciones al canal TN.
Los periodistas de distintos países del mundo que llegaron a la Argentina para cubrir el G20 también se quejaron de estar “aislados” de lo que sucede en la Argentina.
Sucede que cuando no hay actividad oficial, las pantallas no muestran canales de noticias, sino imágenes del país, como las cataratas del Iguazú, el sur y el norte.
Antes del inicio oficial de la cumbre, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, brindó una conferencia de prensa en Parque Norte, en momentos en que una fuerte lluvia caía en la Ciudad de Buenos Aires.
La precipitación sorprendió a la organización, que no llegó a bajar el toldo de la carpa a tiempoy el agua comenzó a ingresar al salón.
Mientras hablaba la funcionaria, varias personas debieron sacar el agua con secadores de piso para evitar que llegara a la zona donde se encontraba la prensa.