No caminaron hacia la Plaza de Mayo en aquella noche calurosa y agotadora del 19 de diciembre 2001. Tampoco se quedaron sin dormir la noche siguiente, viendo en vivo por televisión esa maratón de violencia desbordada y dolor que marcó a la Argentina para siempre. No habían nacido aún.
No recuerdan la seguidilla desenfrenada de los cinco presidentes en diez días, ni la llegada de Néstor Kirchner al poder nacional. Cuando Mauricio Macri se convirtió en Jefe de Gobierno y Cristina Kirchner en Presidenta, estaban aprendiendo a leer y escribir, a sumar y restar, transitando los primeros años de la escuela primaria.
No conocen otro paisaje político que la grietaque se abrió entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo, o, más tarde, entre el macrismo y el antimacrismo.
Para su memoria biográfica, la democracia es un sistema que nunca estuvo en cuestión. Son los chicos y chicas nacidos después de 2001, los jóvenes del nuevo milenio, que este 27 de octubre, con edades de entre 16 y 18 años, elegirán por primera vez a un presidente de la Nación.
El artículo 7 de la Ley de Ciudadanía, sancionada el 1 de Octubre de 1869, decía que “los argentinos que hubiesen cumplido la edad de 18 años, gozan de todos los derechos políticos conforme a la Constitución y las leyes de la República”. En 2012, la Ley de Voto Joven bajó esa edad a los 16 años, pero consideró que, si bien estaban habilitados a votar, los jóvenes de entre 16 y 18 años no estaban obligados a hacerlo, en un régimen similar al de las personas de más de 75 años.
¿Cuántos son los jóvenes que votarán por primera vez este año? Aún no existen datos oficiales porque el padrón electoral que se usará en la PASO de agosto y en las elecciones presidenciales de octubre no está cerrado, pero una proyección sobre el padrón de 2017 indica que serán alrededor de 1.200.000 los chicos y chicas de entre 16 y 18 años habilitados para elegir el sucesor de Mauricio Macri.
Son el 3,4% del padrón electoral, casi lo mismo que la provincia de Tucumán, el sexto distrito más poblado del país luego de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, la Capital Federal y Mendoza.
El Frente Renovador de Sergio Massa hizo un cálculo propio basado en la proyección del padrón de 2017 y en el crecimiento poblacional que indica que serán 1.230.284 los jóvenes que podrán votar en este turno.
Massa, incluso, tiene un equipo trabajando específicamente para llevar su mensaje a ese grupo, que lleva adelante la diputada bonaerense Rocío Giaconne, y armó una plataforma especial en la web para esos chicos. El sitio no tiene ninguna identificación partidaria y se limita a ser “informativo de los derechos de los primeros votantes”, según explica uno de sus responsables.
“Resolvemos dudas y estimulamos la participación, pero no pedimos el voto”, concluye esa misma fuente. “Mi compromiso es a defender el futuro de esos jóvenes, Argentina sólo tiene futuro si los jóvenes se ponen de pie”, explica Massa, consultado sobre las razones que lo llevaron a llevar mensajes a los debutantes en la arena electoral.
El kirchnerismo viene trabajando desde hace años en los colegios secundarios. Con los mecanismos “tradicionales” de la política, incluso replicando las formas de militancia de las décadas de 1970 y 1980, La Cámpora consiguió una instalación entre los chicos más jóvenes que nunca logró plasmar entre los argentinos que tienen la edad de los dirigentes de esa agrupación, hoy más cerca de los 50 años que de los 40.
En los años que lleva fuera de la Casa Rosada, incluso, Cristina Kirchner también consiguió hacerse muy fuerte en las redes sociales, un mundo que en su origen sólo dominaba el macrismo. “Ellos aprendieron mucho en ese terreno, pero le hablan solamente a los convencidos”, evalúa un hombre clave para la estrategia electoral del Gobierno.
Aunque admiten que no tienen pensado un discurso específicamente dirigido a los debutantes en la política, en Cambiemos sostienen quela batalla electoral de este año se librará casi por completo en el mundo digital, el terreno natural de los más jóvenes.
Para ser más precisos, la pelea electoral por seducir a los más jóvenes sucederá inevitablemente en las pantallas de los teléfonos.
La explicación de ese corrimiento tiene datos oficiales. En 2013, la Encuesta Nacional de Consumos Culturales que hizo el gobierno de Cristina Kirchner indicó que el 9% de los chicos de entre 12 y 17 años accedía a internet desde un smartphone.
Los datos de ese mismo estudio de 2017, ya en la gestión de Mauricio Macri, muestran que en ese año, ya el 70% de los chicos de esas edades accedía a la web desde el teléfono varias veces por día. En 2019, esa tendencia será aún mayor por dos razones: la proliferación de teléfonos celulares modernos y el crecimiento de la cobertura de 4G.
Marcos Peña, el jefe de Gabinete de Macri y responsable de la estrategia electoral de Cambiemos tiene una idea sobre esa cuestión. «En octubre, cuando haya que votar, el 95% de la población argentina tendrá cobertura de 4G. Ese es un escenario completamente nuevo. Nunca en la historia un votante tuvo tanta información en la mano», dijo Peña en un almuerzo en la Casa Rosada hace dos semanas.
«Se multiplican las demandas al gobierno. Por ejemplo, ahora, cualquier padre o madre, no importa si tiene dinero o no, puede ver que la enfermedad que padece su hijo tiene tratamiento. Antes ni siquiera podía acceder a ese dato. Eso dispara las demandas e inquietudes de la gente como nunca antes», agregó.
Aún sin datos oficiales, es posible prever que esas demandas y el acceso a la información pesan más entre los jóvenes: ellos pasan más tiempo que los adultos frente al celular y lo manejan con mucha mayor pericia que cualquiera de los candidatos que se presentarán a disputar la presidencia de la nación este año.