Como suele suceder, sus historias se conocen tras la tragedia que les consumió la vida.
Un efectivo de la Policía Federal, un remisero y un consultor de Recursos Humanos se transformaron en héroes públicos luego de sus lamentables muertes en un incendio, pero que ya lo venían siendo desde hace varias décadas por su labor como bomberos voluntarios.
Cristian Ragazzoni, Gabriel Fedelli y Pablo Silva, fallecidos ayer al acudir a un incendio en un edificio del partido bonaerense de Tres de Febrero, eran parte fundamental del Destacamento 2do. de Bomberos Voluntarios de Caseros, pero además tenían familias y empleos con los que mantenían a sus hogares.
Los tres tenían varios años en el cuartel del partido del oeste del Conurbano bonaerense y en la mañana del pasado martes no lograron sortear las llamas, conmocionando a todo un país con sus muertes.
Ragazzoni, el «Gordo» para sus amigos, fue el primero en perder la vida. Padre de tres hijos, se desempeñaba como suboficial ayudante de la Policía Federal y tenía una activa participación en redes sociales, desde donde mostraba el detrás de escena del trabajo de los bomberos voluntarios.
Un día antes del incendio que terminó con su vida, el hombre de 36 años había celebrado el cumpleaños de uno de sus hijos.
En esas vueltas del destino, su última publicación en Facebook estuvo dedicada a sus tres varones: «Los amo», escribió en la madrugada del lunes.
Por su parte, Fedeli tenía 49 años y estaba en pareja con una mujer que tenía dos hijos. Con 14 años en el destacamento, el bombero se las rebuscaba para ganarse la vida: además de su tarea en el destacamento, repartía el resto de las horas del día como remisero y vendiendo tortas personalizadas e indumentaria infantil.
En tanto, Silva, de 47 años, llevaba casi 30 como bombero voluntario, era padre de dos hijos y se desempeñaba como consultor de Recursos Humanos.
El dolor y el homenaje a los tres bomberos voluntarios quedó de manifiesto en el sentido cortejo que se realizó hoy y del que participaron compañeros, familiares, amigos y colegas, así como también del sirenazo en los distintos destacamentos de todo el país en recuerdo de las nuevas víctimas de las llamas.