El debate del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) fue uno de los grandes momentos que vivió nuestro país durante el 2018. Si bien la iniciativa no fue aprobada –solo consiguió la media sanción en la Cámara de Diputados- sus impulsores no dan el brazo a torcer y volverán a presentar el proyecto, por octava vez, el año que viene.
La normativa tendrá algunas modificaciones respecto a la que se presentó este año. Si bien reflejará el consenso de los integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, un colectivo de más de 300 organizaciones que desde hace años impulsa esta ley, se agregarán nuevos fundamentos para intentar conseguir la media sanción en el Senado.
Uno de los pilares que se mantendrá serán las 14 semanas como plazo para que las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo. En revisión hay puntos como el aborto en casos de malformaciones fetales, las penalidades a los médicos o la objeción de conciencia, que generaron mucha discusión cuando el asunto se trató en el Congreso.
Se estima que en los primeros días de marzo el texto sería aprobado en un plenario de la Campaña, del que participarán activistas de todo el país, para ser presentado hacia mediados de mes.
La llegada al Congreso del borrador sería un mero acto simbólico, ya que la iniciativa tiene pocas probabilidades de avanzar hasta que no haya recambio de las cámaras. Es que ambos recintos tendrán la misma conformación que la del 2018.
Sin embargo, el colectivo no pierde las esperanzas. Con las modificaciones en la iniciativa, se pretende sumar el voto de algunos legisladores que, hasta último momento, estaban indecisos. A esto se le suma un dato clave: algunos senadores y diputados podrían cambiar su decisión ya que estamos frente a un año electoral y un voto positivo o negativo, en este sentido, puede definir un comicio.