A partir del próximo jueves y hasta el domingo 2 de diciembre la terminal de omnibus de Retiro permanecerá cerrada por el operativo de seguridad montado por la cumbre del G20, los micros utilizarán la terminal de Villa Soldati.
La terminal Dellepiane, ubicada en el barrio de Villa Soldati, que tiene 48 dársenas para omnibus, finalmente se utilizará por unos días. Será entre el jueves 29 a las 15 horas y el domingo 2 de diciembre. Es que allí se mudará la operación de Retiro, que estará cerrada esas jornadas por la cumbre del G20.
La noticia se dio a conocer ayer. Para llegar se podrán usar las líneas de colectivos 7, 46, 50, 56, 101, 107 y 193, que tienen su parada y llegan a la zona de Perito Moreno y Zuviría, donde está la terminal.
La parada pertenece a Terminales Terrestres Argentina S.A., una empresa relacionada con el operador de Retiro, Néstor Otero. La idea de construir Dellepiane fue descomprimir Retiro y también Liniers, un parador que no tiene rango de terminal al que llegan miles de servicios.
El objetivo era sumar una opción más cómoda para los vecinos de la zona sur de la Ciudad y el oeste del Conurbano. Otero le presentó la iniciativa en 2012 al entonces jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y dos años después la Legislatura lo aprobó.
Su construcción, que costó 30 millones de dólares, demandó dos años y finalizó en diciembre de 2016. Se inauguró el 15 de marzo de año siguiente.
¿Por que no se usa?
Aunque un decreto del Gobierno nacional dispuso que Dellepiane absorbería hasta el 35% del total de servicios que llegaban o partían de Retiro, la operación nunca se concretó en gran volumen y Dellepiane se convirtió en una terminal casi fantasma. Uno de los principales motivos es la negativa de una de las principales cámaras que agrupan a micros de larga distancia.
«A Dellepiane no llegan el tren ni el subte, no hay demanda, no hay pasajeros, es difícil de acceder y además nos costaría mucho dinero, por el pago de los peajes de la autopista 25 de Mayo. También se duplicarían los costos por alquiler de boleterías y el uso de las dársenas porque ya estamos en Retiro. No es viable para nosotros y además nunca fuimos consultados», sostienen a Clarín fuentes del sector.
Los operadores de la terminal sostienen que la empresa ya les aseguró a las compañías de transporte que los mayores costos serían bonificados. «La tomarían rápidamente como una opción, sobre todo los vecinos del sur o el oeste del Conurbano que viajan a la Costa«, repiten, y agregan que hay 400 plazas de estacionamiento y el Gobierno porteño ya colocó las paradas para los colectivos que deberían cambiar o estirar su recorrido para llegar a la terminal.
En tanto Retiro está abandonada, sucia, insegura y la licitación para renovar la concesión está frenada, aunque este año se habían presentado cuatro propuestas. Liniers hace colapsar al barrio y es un parador. Y al mismo tiempo funcionan paradas ilegales en los barrios, de los que salen servicios sin control a todo el país y al exterior.