La Justicia determinó que Rubén Darío «El Pepo» Castiñeiras era quien manejaba la camioneta que chocó el sábado a la mañana en Dolores y que como consecuencia de ello fallecieron dos personas, luego de que el cantante negara que fuera el conductor del rodado y atribuyera esa función a uno de los muertos en el accidente.
De esa manera, se agravó su situación procesal, ya que quedó imputado por «doble homicidio culposo agravado y lesiones graves culposas» y la fiscal Verónica Raggio ordenó su prisión preventiva.
El trágico accidente se produjo en la Ruta Provincial 63, por donde «El Pepo» conducía una Honda CRV blanca y viajaba con tres acompañantes, de los cuales dos resultaron fallecidos Ignacio Abosalhee, el trompetista, y Nicolás Carabajal, el manager y una herida, Romina Cándias, la corista de la banda.
Justamente Cándias y el cantante quedaron internados en el Hospital San Roque, aunque Castiñeiras lo hace en calidad de detenidos.
Los investigadores estimaron que el accidente se habría producido a raíz de una mala maniobra del conductor, ya que en medio de la niebla habría intentado esquivar algo en la ruta, pero perdió el control y volcó fuera del camino.
En el momento que los socorristas llegaron al lugar para asistir a las víctimas, «El Pepo» se desligó de su responsabilidad en el hecho mediante un video difundido por el canal Crónica: «Yo no manejaba. Nacho iba manejando, el pibito que está muerto ahí, yo no me golpeé nada».
Sin embargo, los investigadores afirmaron que fue el cantante quien manejaba la camioneta.
La fiscal Raggio ordenó que se le realizaran un control de alcoholemia al «Pepo», pero no se pudo efectuar porque no había un solo alcoholímetro entre las ciudades de Dolores y Chascomús.
Ante esa situación, fue sometido a un análisis de sangre y orina, cuyos resultados podrían estar listos dentro de unos días.
Trascendió que «El Pepo» y sus tres acompañantes viajaban hacia la costa atlántica, donde se iban a presentar en San Bernardo y Villa Gesell.