La menor tiene 15 años. Durante los últimos su vida fue un infierno. Su madre y su padrastro la usaban como moneda en un macabro pacto que entablaron con el dueño de la casa en la que vivían en Bernal para obtener un beneficio económico. ¿En qué consistía el trato? Permitían que el propietario de la vivienda violara a la menor cuantas veces quisiera a cambio de no pagar el alquiler.
La adolescente fue rescatada los últimos días por efectivos de la DDI de Quilmesdespués de una denuncia hecha por una de sus tías y detuvo a los abusadores, todos de nacionalidad paraguaya.
Según manifestaron fuentes policiales, el horror al que la sometían ocurrió en una casa ubicada en la calle Neuquén al 68, lugar en el que la joven vivía junto a su mamá, Ramona Perla (37) y su padrastro, Julián Agripino (65), un ex albañil y jubilado, quien también se aprovechaba de la convivencia que mantenía con la menor para violarla.
La otra pata del «acuerdo» de abuso y violación es Juan Bautista Rotela Domínguez, un hombre de 46 años y el dueño de la casa que alquilaba la familia, quien al igual que Agripino, deberá rendir cuentas en la justicia por el delito de abuso sexual con acceso carnal.
La mamá, que trabajó en una empresa de limpieza hasta 2016, está acusada ahora depromoción y facilitación de la prostitución. Fuentes cercanas a la investigación dijeron a este medio que la mujer, bajo amenazas y golpes, le entregaba a su hija a Rotela Domínguez para que mantuvieran relaciones sexuales y así vivir gratis.
En el caso intervino el fiscal Alejandro Ruggeri, titular de la UFI 8 de Quilmes (especializada en delitos sexuales). Por lo pronto, C. ya declaró en cámara Gesell y hoy está al cuidado de personal de Protección a la Niñez de la localidad de Florencio Varela, lejos de sus victimarios.
Según tuvo conocimiento Infobae, hay una situación que la Justicia está tratando de confirmar: una versión que indica que la adolescente después de lo que tuvo que padecer,habría quedado embarazada de alguno de los dos hombres y obligada a abortar.