El presidente Alberto Fernández viaja hoy hacia Washington desde Nueva York para mantener una bilateral con su par de los Estados Unidos, Joe Biden, una reunión que se hizo esperar con varias postergaciones y desencuentros.
Más allá de la foto, el mandatario argentino intentará conseguir una señal que aporte una «perspectiva de estabilidad» económica y, por tal motivo, sumará a la reunión a Sergio Massa.
El encuentro está pautado para mañana entre las 14 y las 17 en el Salón Oval de la Casa Blanca.
El ministro de Economía luego se reunirá con la gerenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, para tratar de renegociar el programa al que actualmente debe adecuarse la Argentina con el FMI.
Massa intentará convencer a Georgieva para que apruebe una flexibilización del acuerdo en curso. Argentina debe reducir su déficit fiscal al 1,9% del PBI en medio de la peor sequía de la historia que le quitará recursos por unos 20.000 millones de dólares.
Alberto Fernández será recibido por Joe Biden y desde el entorno del Presidente creen que será una respuesta contundente para Mauricio Macri, que aseguró que la Argentina está aislada del mundo. El mandatario quiere, más allá de la postal, alguna declaración de apoyo de su par estadounidense que contribuya a calmar las aguas turbulentas por las que transita su Gobierno, con una interna al rojo vivo en el Frente de Todos y con miras a su postulación en las PASO.
El Presidente, aunque todavía no lo dijo abiertamente, quiere ser el candidato del oficialismo, pero el kirchnerismo duro sigue arengando para que desista y no vaya por su reelección. Él, en cambio, cree que tiene que tener esa posibilidad porque le tocó gobernar durante una pandemia, sufrió los coletazos de la guerra de Ucrania y el campo, uno de los generadores más importantes de dólares, padece una de las sequías más graves de la historia de nuestro país.
Desde el Gobierno argentino aseguran que la bilateral será con «agenda abierta». Un mano a mano entre ambos presidentes a solas en el que podrán hablar de todos los temas.
«Creemos que será un uno a uno», explican desde el entorno presidencial. Sin embargo, desde la Casa Blanca todavía no le definieron el formato y, más allá de las especulaciones, es posible que ese uno a uno se convierta en una reunión más abierta en la que participen también el ministro de Economía, Sergio Massa, el canciller Santiago Cafiero, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el secretario de Estado, Antony Blinken.
También se reunirán los embajadores de ambos países, Jorge Argüello y Marc Stanley, mientras que además estará el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que viajó para sumarse a la delegación.
«Tiene que ser a agenda abierta porque los dos jefes de Estado tienen evidentemente posiciones compartidas y miradas similares en muchos aspectos de la agenda global, que conviven y trabajan juntos en el marco del G20, cuyos países trabajamos a la par en distintos organismos multilaterales, se está trabajando para elevar la intensidad de la relación bilateral. Y la verdad es que tengo que decir que el punto de la relación bilateral que tiene hoy la Argentina con los Estados Unidos es muy positivo», explicó el embajador Jorge Argüello.
Más allá de las expectativas de Alberto Fernández, desde la Casa Blanca la agenda de la reunión fue concreta y girará sobre los siguientes temas: «Los líderes celebrarán los 200 años de relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Argentina y reiterarán la fortaleza de la asociación entre Estados Unidos y Argentina. Discutirán cómo Estados Unidos y Argentina pueden continuar asociándose para abordar los desafíos globales y continuar avanzando en áreas de interés nacional mutuo, incluidos los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología. También discutirán la cooperación económica, así como sus valores compartidos de inclusión, democracia y protección de los derechos humanos».
Para estar más en sintonía con la postura de Estados Unidos con respecto a Ucrania, Alberto Fernández modificó su discurso ante de la Cumbre Iberoamericana y le sumó un párrafo sobre la «invasión rusa», más allá de la buena relación que mantuvo la Argentina con Vladimir Putin y la cercanía de ambos gobiernos especialmente durante la pandemia y semanas antes de que se desatar el conflicto bélico.
«El mundo central se enreda en una guerra inexplicable como la invasión rusa contra Ucrania que altera la economía global, en el que crujen los cimientos del sistema financiero internacional y en el que el clima observa cambios que anegan o secan territorios vitales para la humanidad, entonces la dimensión del objetivo se vuelve gigantesco», dijo antes sus pares iberoamericanos.
Además, en Nueva York mantuvo una reunión con Antonio Guterres, el Secretario General de las Naciones Unidas, en las que analizaron los «estragos económicos» que provocó la guerra en materia de alimentación.
Alberto Fernández hizo los deberes, quiere que la tercera sea la vencida y que la bilateral con Biden le de el oxígeno que necesita para que los mercados reacciones de manera favorable si finalmente decide presentarse a las PASO e ir por su reelección.