Ercolini desestimó un planteo de Loson, titular del Grupo Albanesi –dedicado al rubro de la energía y no de la obra pública, como la mayoría de los demás empresarios imputados- porque si bien había anotaciones adulteradas, también existían otras que no lo estaban.
«Se contaba con otras anotaciones que fueron referenciadas, donde se mencionaba al imputado o su empresa, respecto de las cuales no existiría ninguna enmienda», dijo Ercolini, en una resolución a la que accedió NA.
«En la inteligencia de que el planteo resulta manifiestamente improcedente e injustificado, rechácese in limine (sin mayor análisis)’ el planteo de nulidad formulado», resolvió el juez.
Un peritaje oficial, encargado en el marco de una causa paralela al Expediente Cuadernos, detectó más de 1.600 adulteraciones sólo en referencia a la situación de Loson.
Más aún, el peritaje concluyó que las sobre escrituras, tachaduras y enmiendas fueron realizadas por una persona distinta a la que escribió el grueso de los cuadernos atribuidos a Centeno.
Sin embargo, y pese a las irregularidades, el juez Ercolini validó la prueba.
«Se puede observar claramente que la imputación efectuada a Loson no se encuentra únicamente cimentada en anotaciones que habrían sido adulteradas sino que también fue mencionado en otras que formaron parte de los sucesos que le fueron atribuidos», indicó el juez.
